El verano ya es cosa del pasado y este es un buen momento para revisar el estado del tejado. De este modo, si existe algún desperfecto podremos solucionarlo antes de que lleguen las lluvias propias del otoño. Nuestros trabajos de cubiertas en Cantabria contemplan la revisión de que las tejas no estén rotas o sueltas y su limpieza, eliminando residuos como hojas o suciedad. Estas acciones son necesarias para mejorar el drenaje del agua y contribuyen a localizar cualquier desperfecto que pueda suponer un daño mayor con el paso del tiempo.
Si no llevamos a cabo los mantenimientos necesarios en el caso de las cubiertas, es posible que estos alcancen un nivel en el que la mejor solución su rehabilitación. Una alternativa mucho más costosa, tediosa y que puede prolongarse en el tiempo. Mantener el tejado de un edificio en el mejor estado de conservación posible es más sencillo realizando tareas de mantenimiento y limpieza de forma periódica.
El ejemplo es claro, una gotera puede subsanarse en cuanto se detecta. En cambio, si el problema no se solventa los daños irán a más. Podrán provocar humedades en el interior del edificio, la generación de microorganismos nocivos para la salud humana, la oxidación de las tuberías e incluso cortocircuitos.
Cuando se coloca una cubierta en cualquier construcción no esperamos que la misma se deteriore en un corto período de tiempo. Pero, lo cierto es que no podemos obviar los mantenimientos básicos de este paramento de la construcción. Con el paso del tiempo, pueden aparecer los problemas. La revisión del estado y la solución de los pequeños desperfectos localizados pueden ahorrarnos mucho dinero en averías y problemas de mayor consideración.
No es un trabajo sencillo, ya que debe realizarse en altura y puede ser peligroso. Pero, siempre podemos delegar estas tareas en profesionales sobradamente cualificados, que revisarán minuciosamente la cubierta por dentro y por fuera. Desde Grupo Acebo queremos destacar que las cubiertas se encuentran expuesta a gran cantidad de agentes externos nocivos que pueden terminar por deteriorarlas.
La humedad es una de las consecuencias de las filtraciones por agua de lluvia en las cubiertas. Llegará un momento en que este problema se hará palpable en el interior del inmueble y debemos tener en cuenta que el agua termina pudriendo la madera y los elementos de la estructura del edificio, así que tendremos que apresurarnos para ponerle remedio.