rehabilitación de fachadas en Cantabria

Aunque no es lo más habitual, en muchos casos podemos encontrar problemas a la hora de pintar las paredes de mampostería o yeso, complicaciones enormemente el trabajo. Como empresa de rehabilitación de fachadas en Cantabria te contamos que, generalmente, se debe a una mala preparación de la superficie o a la aplicación de la pintura. De todas formas, es habitual que si no eres un experto en la materia te puedan surgir muchas dudas a la hora de ponerte manos a la broca y es que la pintura de un inmueble es una cosa más compleja de lo que puede parecer en un primer momento.

Una cuestión fundamental que debemos tener en cuenta es que habrá que poner cuidado para no manchar los muebles u otras superficies que no queramos pintar. Y es que estos productos son muy difíciles de eliminar y podemos estropear materiales y objetos de valor. En Acebo Rehabilitación te recomendamos siempre contar con un servicio profesional de pintura para conseguir los mejores resultados posibles, sin preocupaciones. Pero, si quieres hacerlo tú mismo, te presentamos algunas de las principales dudas que te pueden surgir.

  1. Aparecen burbujas: Aunque no lo creas, el responsable de las burbujas es el rodillo o la brocha que has empleado. Si no estás buscando una superficie lisa no será un problema, pero si este es precisamente tu objetivo te recomendamos utilizar herramientas de pelo corto. La culpa será de la longitud del pelo, olvídate también de la esponja.
  2. La pintura chorrea: La razón es que la pintura está demasiado diluida, esto puede pasar con las pinturas al agua. No se trata de un problema demasiado frecuente, ya que generalmente los productos de pintura vienen preparados para realizar los trabajos.
  3. Se cuartea: Cuando acabas de pintar la pared el resultado es el esperado, pero cuando el paño se seca la pintura se resquebraja. Esto ocurre cuando la pintura no se adhiere de forma adecuada a la pared, el principal motivo es que la superficie a pintar no está limpia. Nuestra recomendación es limpiar las paredes con una esponja húmeda y dejar secar antes de pintar. De este modo, eliminamos las partículas, la suciedad y las sustancias que pueden hacer que nuestro trabajo no quede como esperábamos.
  4. No cubre: También puede deberse a un exceso de agua, pero lo más habitual es que el rodillo no absorba la capa de pintura necesaria para pintar la superficie. Este último problema se soluciona dejando secar cada capa y aplicando otra mano de pintura hasta conseguir nuestro objetivo.

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